BICENTENARIO… 1810 – 1910 – 2010…
En este último tiempo he comenzado a sentirme cada vez más incómoda con este tema del Bicentenario; y leyendo aquí y allá, he ido dando forma a una idea que expresa esa incomodidad que nació y se instaló en la boca del estómago, como sensación de vacío, de sin sentido, de falta de rumbo, de mediocridad, de irracionalidad, de locura… porque me cuesta entender cómo se puede “creer” en una celebración al “mérito” de haber llegado a los doscientos años de historia, dadas las condiciones sociales, políticas y culturales como están. Un país enajenado, expoliado por capitales extranjeros que destruyen el medio ambiente, envenenan los recursos no renovables y de paso a la población, desalojan campesinos e indígenas, explotan y saquean ante la mirada impasible de gobernantes, políticos y público en general. Y me pregunto qué es lo que estamos “celebrando” en estos doscientos años? El progreso de qué? El progreso hacia dónde? Campos cada vez más contaminados, degradados, desertizados, enfermos de tanto agroquímico… sin grillos, sin bichitos de luz, sin sapos… Montes sin árboles, sin agua, sin animalitos, sin pájaros… ríos sin peces… Ciudades cada vez más grandes, como Buenos Aires, Córdoba ó Rosario, con gente cada vez más pobre… todos pobres, porque los que no son pobres de recursos económicos, sanitarios, habitacionales, son unos pobres entes absorbidos por la vorágine del trabajo y el consumo… aunque no se den cuenta y estén felices con su piso, semi-piso, departamento, auto nuevo y televisor de 400 pulgadas… y la pila de basura que necesitan crear día tras día para poder sostener la ilusión de que son alguien importante… pilas de basura que cuando adquieren un rostro, son tan monstruosas como Bouwer, y entonces todos huyen despavoridos, como ratas, a esconderse dentro de sus pulcros bunkers de primer mundo trucho, a seguir generando basura para sobrellevar su sentimiento de culpa por culpa “del otro”… Pobre gente que cree en un “progreso” que destruye su propio futuro; ni hablemos del de sus hijos… Celebramos un Bicentenario de apuestas a un modelo socio-político-económico que fracasó estrepitosamente y, en vez de asumir una actitud reflexiva ante eso… en vez de que la cordura reine en las esferas intelectuales y políticas y se planteen verdaderos espacios de debate sobre una profunda re-estructuración en pos de paliar la crisis que se agudiza día a día; se ofrece pan y circo… El Rally del Bicentenario, la Casa del Bicentenario, la Regata del Bicentenario, el Concierto en el Obelisco del Bicentenario… A dónde vamos con todo esto? Qué pasó en realidad el 25 de Mayo? Cuál es la historia que heredamos y repetimos a lo largo de estos doscientos años? Para ser sincera, no es que me haya puesto a indagar demasiado, pero se dieron ciertas casualidades en la lectura de algunos textos, que vinieron a sacudirme con demasiada fuerza como para quedarme callada… he aquí las cosas… Comienzos del siglo XIX (meses antes del 25 de Mayo…) los agentes de Dillon y Cia. se presentan ante el Virrey Cisneros; (en consonancia con los planes estratégicos de los ingleses de trocar las invasiones armadas por el mercantilismo); y aprovechando la banca rota del erario que recibiera don Cisneros de la administración de Liniers logran, con el apoyo de los “hacendados y labradores” expresado en la Representación, que se dictamine pasar del monopolio español al modelo librecambista inglés… a pesar de algunos fundamentos expresados por el Consulado en palabras del síndico Manuel Gregorio Yañiz (cualquier similitud con el presente… será pura coincidencia?): “…1º) la medida implicará una exagerada injerencia británica en los asuntos de la colonia, 2º) se equivocan quienes piensan que el librecambio determinará la baratura de los productos del mercado interno: es un error que la baratura sea benéfica a la patria. No lo es […] los ingleses no traerán casas hechas porque no caben en sus buques, pero traerán botas, zapatos, ropa hecha, clavos, herraduras, alcayatas, rejas, argollas, frenos, espuelas, estribos y hasta mucha parte de carpintería y ¿qué les quedará entonces a nuestros artesanos? 3º) el librecambio arrastrará a las artesanías e industrias de la colonia a una competencia desigual y ruinosa […] por consiguiente arruinarán enteramente nuestras fábricas y reducirán a la indigencia a una multitud innumerable de hombres y mujeres que se mantiene con sus hilados y tejidos, en forma que donde quiera que se mire no será más que desolación y misera” (El texto que leí sobre esto es de José Pablo Feinmann Filosofía y Nación) Comienzos del siglo XX (meses antes de los meses que les siguieron…) el escrito de Juan Bialet Massé luego de un recorrido por las provincias “del interior” describe “El estado de las clases obreras argentinas a comienzos de siglo”, y en el subtítulo El obrero criollo expresa algunas cosas interesantes: “El capitalista extranjero no ha mirado al país sino como campo de explotación pasajera y usuraria[…] Todos se han preocupado de preparar el terreno para recibir al inmigrante extranjero, nadie se ha preocupado de la colonia criolla, de la industria criolla, ni de ver que aquí se tenían elementos incomparables[…] El resultado de este error es, por un lado que el capital del país, supeditado por el extranjero, se ha retraído de las empresas industriales. Pero cuando habla de El derecho a la vida es terriblemente trágico, y vuelvo a insistir, cualquier similitud con el presente… es pura coincidencia?: En este país tan superabundantemente rico hay algo anómalo. Los ganaderos escogen para la exportación los mejores novillos, los mejores capones: esas excelentes carnes se venden en Europa a más bajo precio que la inferior que se deja para el propio mercado; el pan que se hace con trigos argentinos se vende allí más barato que en los pueblos de Bs. As., Santa Fe y Córdoba que los producen. Comemos lo inferior y lo pagamos más caro. El trabajador argentino tiene derecho a la ración mínima, porque trabaja. Un ciudadano argentino que trabaja y no le dan para mantener la vida, es una injusticia que clama, una iniquidad que ofende a las instituciones. El comercio extranjero ha tenido la habilidad de inducir al menosprecio por lo criollo. Mas, Exmo. Señor, en estos momentos los escaparates de Bs. As. ostentan unas telas de lana para sacos y abrigos con unos letreros que dicen: Tejidos de París, telas especiales de Londres; acérquese y vea V.E. son una caricatura de los tejidos a telar criollo de Jujuy, Salta, Catamarca y norte de Córdoba. ¡Y no hay patriota que grite fuerte y proclame la superioridad del producto nacional! Y termina este artículo con el siguiente párrafo: Yo me río de las medidas contra la tuberculosis y del tiempo perdido en instrucciones sobre cierta higiene: el remedio más eficaz está en fortificar al pueblo por la alimentación, que le permita oponer al microbio la vibración molecular que lo repela. Habrán leído alguna vez los políticos que desfilan por nuestros gobiernos, como Capitanich por ejemplo, o Rovira, ó Fernández de Kirchner, a Bialet Massé? Comienzos del siglo XXI (meses antes del 25 de mayo de 2010) …los “campesinos” de la Sociedad Rural siguen amenazando con cortes y desabastecimiento si no se cumplen sus exigencias de ambición desmedida… herederos de la Representación, responsables de las denuncias de Bialet Massé, celebran ya dos siglos de saqueo y explotación de este suelo “superabundantemente” rico y su gente, sin dejar más que los paquetes de los cigarrillos tirados en el piso… y por el otro lado, la política sojera, sobre el que se sostiene el supuesto incremento del erario nacional con las retenciones, sigue exterminando medio ambiente, aborígenes y campesinos, para cultivar semillas transgénicas que alimentan cerdos, vacas y ovejas europeas y asiáticas mientras nuestra gente se muere de hambre en Chaco, Formosa, Misiones… pero la presidente abre la polémica con la creación del Fondo del Bicentenario, que lejos de paliar la crisis de las provincias, las vuelve a poner en jaque… …la política de protección del monte nativo; que atenta directamente contra la expansión irrestricta de la frontera agrícola sojera impulsada por los actuales “hacendados y labradores” latifundistas, también hijos de la defensa al modelo mercantilista británico de 1810, vendidos a los intereses de Monsanto, Cargill, y demás multinacionales; hace agua por todos lados y en las Sierras de Córdoba ya no hay reservas hídricas para abastecer a la población durante el verano, porque la vegetación nativa, con sus bosques de coco y molle, arbustales y pastos de altura desaparecieron bajo el hacha, el fuego, la motosierra y la topadora… la ley de glaciares fue vetada por nuestra presidente para posibilitar no solo la destrucción de la cordillera andina a manos de multinacionales mineras, como la Barrick Gold, sino también la aniquilación de una reserva de agua dulce valiosísima como son los glaciares y su ecosistema… la selva misionera retrocede día a día a manos de las madereras que lucran con la madera que obtienen de la destrucción del monte nativo e implantan pino para la producción de celulosa, como Celulosa Argentina S.A. que de argentina le queda solamente el nombre, con la consiguiente pérdida de medio ambiente y genocidio solapado de los Mbya Guaraní… Catamarca sufre de una crisis energética sin precedentes, que obliga al improvisado gobierno a alquilar generadores para paliar la demanda estival, pero tiene anunciada una explotación minera de cobre y polimetales a llamarse Agua Rica, cuando una minera consume por día la energía de toda la población, y gasta tanta agua en un segundo como una familia en un mes… pero cuando la gente se manifiesta en contra, como los asambleístas de Andalgalá, son apaleados y detenidos por la policía local y la gendarmería, es decir, la represión a manos del poder gubernamental provincial y nacional… Por lo menos no se les revuelve el estómago? Y estos son pequeños y mezquinos ejemplos de lo que es la verdadera política de nuestro país, expresada en hechos concretos y no los discursos demagógicos que patean la pelota para otro lado, trayendo sobre el tapete de la discusión argumentos estériles, para distraer los temas de verdadera necesidad ante la realidad que vivimos… En algún lado he leído que la diferencia en importancia que tienen el 25 de Mayo con el 9 de Julio, es que en Mayo triunfó el centralismo bonaerense y el 9 de Julio el federalismo de las provincias… y de hecho, son doscientos años de lo mismo… el 25 de mayo los intereses capitalistas extranjeros se hicieron presentes en nuestra incipiente nación, de la mano de los “visionarios” hacendados latifundistas de la época, cambiando a la madrastra España, por la hermanastra Buenos Aires… el 9 de Julio, reunidos lejos de la centralista Buenos Aires, nos declaramos independientes de la monarquía española… el problema es que ya estábamos vendidos y entregados a los intereses británicos… y como tantas buenas acciones federales de nuestro país, el 9 de julio quedó en letra muerta… y no me sorprende, porque realmente somos una republiqueta títere de los intereses extranjeros y después de doscientos años, no tenemos ni siquiera la perspicacia de imaginar una actitud que nos permita cambiarlo… ¿Tan creídos estamos todavía de que el Proyecto Moderno que nos vendieron desde el Siglo de las Luces europeas, donde el hombre es capaz de progresar ilimitadamente a fuerza de razón y voluntad, es posible? Es que no nos alcanzan las consecuencias que estamos viviendo de estos doscientos años de repetir quinientos años de saqueo para empezar a dudar? Es que vamos a depender eternamente de lo que nos digan “las luces europeas” sobre cómo vivir, en vez de aprender de nuestras propias realidades? Que los políticos tienen la culpa? Si claro, ellos tienen la culpa por renegar de este suelo, y venderse y venderlo a los capitales extranjeros, pero nosotros somos muchos y ellos poquitos… y si ellos que son poquitos están donde están, es porque nosotros que somos muchos se lo permitimos… Nuestro país nació al revés… con un puerto inventado por y para afuera, cuando todo su territorio mira hacia dentro… el puerto de Buenos Aires con toda la ciudad alrededor no nació de los intereses y la actividad de la gente de esta tierra… se hizo a fuerza de voluntad y razón foránea, para agilizar el desangrado de las riquezas del interior… y así seguimos, doscientos años después… Creo que es urgente que asumamos nuestro compromiso, por ejemplo, con nuestros hermanos, compatriotas, héroes de Andalgalá, y de Chaco, y de Misiones, y de Salta, y de Jujuy, y de Tucumán, y de Río Negro, y de Chubut, y de cada rincón de este país que clama, de una vez, que nos pongamos en el lugar que nos corresponde y lo defendamos… Es imperioso que tomemos conciencia de la necesidad de dejar de generar basura, el consumismo irracional que tenemos es suicida, promotor de la destrucción de nuestro medio ambiente y de la apropiación de tierras ilegítimamente para el saqueo y la contaminación… Verdaderamente no es necesario tanto para vivir, de hecho, para poder seguir viviendo, es imprescindible “tener menos”, menos “joyas de oro”, menos “confort”, menos “autos nuevos”, menos “celulares, i-phones, mp3, mp4, mpn”, menos “ambientes climatizados”, debemos aprender a vivir en el mundo que tenemos, si queremos seguir teniendo un mundo donde sobrevivir… MENOS consumo… pero MUCHO MÁS compromiso… el sentimiento de culpa por culpa del otro no es tal… el sentimiento de culpa es por culpa nuestra… somos nosotros los que condenamos a muerte a los de Bouwer, a los de Andalgalá, a los campesinos, a los indígenas, a nuestros hijos y a nosotros mismos… mientras no lo aceptemos no hay esperanza para nadie… Esa es la verdad de este Bicentenario… el balance da totalmente negativo, y es culpa de cada uno de nosotros… el que se corra al otro plato de la balanza hace la diferencia…
Lic. Paulina Buscarone
Fundación Filosófica, Ecológica e Intercultural
