El carbón, un asesino silencioso





Por Marcela Valente




BUENOS AIRES, abr (Tierramérica) - Los accidentes fatales en minas de carbón, como los ocurridos en China y Estados Unidos, causan conmoción. Pero el médico estadounidense Alan Lockwood advirtió que son muchas más las muertes por la contaminación derivada de la explotación de ese mineral.
Con el respaldo de estudios de la organización Médicos por la Responsabilidad Social (afiliada a International Physicians for the Prevention of Nuclear War, laureada en 1985 con el premio Nobel de la Paz), Lockwood asegura que el carbón provoca enfermedades cardíacas y respiratorias crónicas, ataque cerebral y cáncer, que están entre las cinco principales causas de fallecimientos en Estados Unidos. 

Sus conclusiones y las de otros expertos fueron publicadas en noviembre en el informe "El impacto del carbón sobre la salud humana". Allí se alerta sobre las enfermedades causadas por el mineral desde su extracción hasta la disposición final de los residuos, pasando por la quema para producir electricidad. 

A pesar de los daños a la salud y a la atmósfera por la emisión de gases invernadero, la matriz energética mundial tiene al carbón como su primera fuente. China, Estados Unidos, Sudáfrica, Polonia, Australia e Israel, entre otros, producen la mayor parte de su electricidad a base de este mineral. 

Greenpeace Argentina, que protesta contra la construcción de una usina de carbón en Río Turbio, en el sudoeste de la austral provincia de Santa Cruz, invitó a Lockwood a Buenos Aires, ocasión en que dialogó con Tierramérica. 

TIERRAMÉRICA: ¿Qué impacto tiene la producción del carbón en la salud humana? 

AL: Decenas miles de personas mueren por año en Estados Unidos y muchos otros padecen enfermedades graves o menores, como asma y afecciones pulmonares obstructivas crónicas y cáncer de pulmón. También ataques cardiacos, apoplejías o disminución de la capacidad intelectual. 

TIERRAMÉRICA: Estos impactos, ¿deben sumarse a las enfermedades derivadas del cambio climático? 

AL: Sí. El dióxido de carbono es el gas contaminante más conocido, pero hay otros, como el metano, que también se deriva de esta actividad y que tiene un efecto invernadero 20 veces más potente que el anterior. 

Esto incrementa las enfermedades asociadas al aumento de la temperatura, como el dengue, el paludismo, la diarrea provocada por inundaciones y por contaminación del agua, todos problemas de salud vinculados al cambio climático. 

TIERRAMÉRICA: ¿Cuáles son las etapas más contaminantes de la producción del carbón? 

AL: La mayor es la quema. Pero desde que los trabajadores lo extraen de la mina hasta que las cenizas van a parar a un sitio de desechos, son todos pasos que tienen impacto en la salud. 

TIERRAMÉRICA: ¿Qué sustancias tóxicas se derivan de la minería y la combustión del carbón? 

AL: Principalmente dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, mercurio y materiales particulados, que son muy pequeños, de 2,5 micrómetros o menos. Además de materiales radiactivos, como uranio y torio, que están dentro del carbón y van a la atmósfera. Alguno incluso termina en los lugares de eliminación de las cenizas. 

TIERRAMÉRICA: ¿Pero hay que estar muy cerca de una mina o de una central para contaminarse? 

AL: No necesariamente. Por supuesto, cuánto más cerca se está de una usina de carbón más peligroso es. Pero muchos de estos contaminantes recorren largas distancias por aire hasta que se los inhala y también llegan a través del agua. 

El mercurio, por ejemplo, queda en el aire, la lluvia lo arrastra a los cursos fluviales y de ahí a los peces que luego serán nuestro alimento. No hay manera de escapar del carbón. 

TIERRAMÉRICA: ¿Por qué en su informe no menciona los accidentes mineros como parte del impacto del carbón en la salud? 

AL: En el informe no aparecen por falta de espacio, salvo una referencia general a los peligros de la minería. Pero ahora estoy escribiendo un libro para publicar en dos años y ahí voy a dedicar una sección a ese tema. 

En Estados Unidos está muy presente en las noticias por el accidente en West Virginia (donde una explosión en marzo mató a 29 mineros), pero en China son miles los mineros del carbón que mueren cada año en accidentes. 

TIERRAMÉRICA: Entonces, ¿los accidentes deben ser considerados parte de los efectos sanitarios de la minería carbonífera? 

AL: Sí. Pero a pesar de esos terribles accidentes, que constituyen una noticia de gran impacto, es peor la muerte de entre 10.000 y 20.000 personas por año en Estados Unidos por enfermedades relacionadas con el carbón. Y la prensa no dice nada de esto. 

TIERRAMÉRICA: ¿Qué recomienda entonces para generar energía? ¿Cerrar los yacimientos y las centrales térmicas? ¿Producir en forma más limpia? 

AL: Lo que se debe hacer es desarrollar energías alternativas como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la de mareas que no producen dióxido de carbono, azufre, dióxido de nitrógeno ni mercurio. De ese modo se favorece el uso eficiente de la electricidad. 

Es una buena estrategia para crear buenos empleos, hacer crecer la economía y cuidar el ambiente y la salud.



* Este artículo fue publicado originalmente el 24 de abril por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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