Nucleares, riesgos no asumibles








Jorge Calero
Público



¿Por qué no nos podemos permitir utilizar la energía nuclear? La respuesta a esta pregunta, en mi opinión, no puede limitarse a señalar el riesgo de la tecnología nuclear. Ningún economista plantearía las decisiones relacionadas con el riesgo en términos absolutos: tanto en el nivel individual como en el social aceptamos constantemente riesgos asumibles en función de las ventajas que comporta cada actividad.
Un único accidente nuclear tiene consecuencias extraordinariamente desastrosas; puede acabar con la vida de decenas de miles de personas y afectar a las generaciones futuras de un modo impredecible. Aún así, al menos en teoría, podría ser aceptable incurrir en el riesgo. Todo dependerá de dos cosas: de los beneficios sociales que perciban los ciudadanos y de la probabilidad de que sucediera tal accidente. La cuestión esencial, entonces, no es que existe riesgo, sino si este es asumible. Y va creciendo la evidencia que apunta en un sentido negativo.
Después de descartar cualquier prejuicio antinuclear, sigue siendo inevitable prestar atención a cómo se acumulan factores que hacen que la probabilidad de accidente nunca sea suficientemente baja. Siempre se trata de circunstancias excepcionales: hoy es un terremoto de grado 9, ayer fue un error humano, mañana puede ser un ciclón o un ataque terrorista. Una excepcionalidad que no deja de subrayar en cada caso el lobby nuclear. Pero nuestras estructuras técnicas, institucionales y políticas no tienen, hasta la fecha, respuestas adecuadas ante tal excepcionalidad. Quizás en una sociedad diferente a las nuestras las respuestas existirían. Sin embargo, no parece que las diferentes formas de organización con las que hemos gestionado la energía nuclear den suficiente garantía. Los accidentes que todos recordamos, los más antiguos y los más modernos, han sido provocados por muy diferentes combinaciones de errores, atribuibles unos al exceso de burocracia, otros al exceso de mercado, todo ello combinado con rasgos humanos, en este caso no controlados, como la estupidez o la codicia. En este contexto puede que lo más juicioso sea empezar a asumir que los costes de la energía nuclear, aquí y ahora, son ampliamente mayores que sus beneficios.
 
Jorge Calero es catedrático de Economía Aplicada
Fuente: http://blogs.publico.es/delconsejoeditorial/1285/nucleares-riesgos-no-asumibles/

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Modelo agotado
Con Noriko Shimizu de Amigos de la Tierra Japón

Lo que puede calificarse como un devastador desastre “natural”, el fabuloso terremoto y posterior tsunami que destruyó el este del Japón el pasado 11 de marzo tuvo su agravamiento con la destrucción parcial de la planta nucleoeléctrica de Fukushima, que además de las decenas de miles de fallecidos por el temblor hoy hace que la tercer economía del planeta sufra una angustiante incertidumbre sobre su futuro inmediato en más de un aspecto.
Así lo relató en diálogo con Radio Mundo Real desde Tokio, la capital del país asiático, Noriko Shimizu, integrante del proyecto Amigos de la Tierra-Japón, en momentos en que fuera lanzada una alerta por parte de las autoridades por la contaminación radioactiva del agua corriente en dicha ciudad.
Noriko indica que, actualmente, Japón depende en un 30 por ciento de su matriz energética de energía eléctrica proveniente de sus cincuenta plantas nucleares dispuestas en su territorio y que pese a ello y a la crisis nuclear disparada tras el terremoto “son muy pocos los que hoy hablan sobre el modelo económico japonés”.
A pesar de ello, sostiene que si alguna enseñanza existe de la dramática coyuntura por la que atraviesa Japón hoy es la necesidad de replantear los modelos de desarrollo a nivel planetario.
Amigos de la Tierra Internacional ha señalado recientemente que esta crisis nuclear en Japón debería provocar que se reconsidere urgentemente esta tecnología peligrosa y los planes actuales de construir aún más reactores nucleares en el mundo.
Asimismo, en diversos países donde existe actualmente generación de energía nuclear y en otros donde el tema es discutido, la catástrofe de consecuencias aún insospechadas de Fukushima ha replanteado los términos del debate.
Nnimmo Bassey, presidente de dicha federación ambientalista declaró respecto a la crisis acaecida en Japón: “Nos solidarizamos con el pueblo japonés en las trágicas secuelas del terremoto y tsunami. Si bien se trata de desastres naturales, el desastre nuclear adicional es provocado por el ser humano y demuestra claramente la urgente necesidad de que Japón y otros países detengan sus planes de construir plantas nucleares, desactiven las existentes e inviertan en energía segura y renovable. No podemos sacrificar más vidas al lobby de la industria de energía nuclear".
“Mientras el terremoto y el posterior tsunami resultan accidentes naturales, la crisis nuclear en cambio es claramente responsabilidad humana”, puntualiza en la misma línea Noriko. “La dependencia de la energía nuclear nos plantea situaciones que no podemos enfrentar realmente frente a este tipo de desastres naturales”. “No sabemos realmente cuánto tiempo van a extenderse las consecuencias pero podemos pensar que serán devastadoras sobre el país de muchas maneras”, agregó.
Como ejemplo Noriko relata que resulta muy difícil encontrar agua potable, vegetales o leche fresca en tiendas y supermercados de Tokio a pesar de que el gobierno ha señalado que las posibles radiaciones sobre esos productos solo resultarían lesivas para niños pequeños.
Sin embargo la población ha concurrido masivamente a obtener estos productos básicos y a acopiarlos en sus casas, indicó, dejando planteada la pregunta de qué ocurrirá con los campesinos y productores cuyas fincas se encuentran en las cercanías de la central de Fukushima: “probablemente esos granjeros no podrán volver a comercializar sus productos”, indicó Noriko.
Acerca de las alternativas que desde el movimiento ambientalista se han planteado al modelo industrial y energético vigente en Japón, la activista señaló que se trata de un gran desafío que seguramente ocupará el centro de los debates en el país en el futuro inmediato.
También Noriko señaló que la población japonesa ha recibido con gran aceptación las muestras de preocupación y solidaridad desde la comunidad internacional, la cual asimismo se verá impactada por las consecuencias de la crisis nuclear.
Amigos de la Tierra Japón se encuentra actualmente en campaña de recolección de fondos para los afectados por el terremoto y posterior tsunami.


Foto: es.sott.net
(2011) Radio Mundo Real

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