Chile: La urgencia ambiental del plebiscito ciudadano







Columna de Eduardo Giesen, publicada en eEl Ciudadano.

El pésimo comportamiento ambiental de nuestro país, medido según indicadores políticamente neutros de contaminación y depredación natural, es reconocido internacionalmente. Y desde nuestra perspectiva, las condiciones de injusticia socio-económica del sistema neoliberal agravan la situación y determinan el carácter estructural de la crisis ambiental chilena.
Tanto las bases estructurales como las específicamente ambientales que han llevado a esta crisis han sido promovidas y establecidas a través de medidas y procesos desarrollados a espaldas de la ciudadanía.
La grotesca constitución pinochetista, la desnacionalización del cobre, la ley eléctrica y la privatización de las empresas del sector, el código de aguas, la ley de urbanismo y construcciones, la contra-reforma agraria y el despojo de tierras indígenas, el subsidio a las plantaciones forestales y muchas disposiciones determinantes de la insustentabilidad socio-ambiental de nuestro país fueron impuestas a sangre y fuego en plena dictadura militar.
Y durante nuestra pobre democracia, otras tantas decisiones públicas que han favorecido a las grandes corporaciones nacionales y multinacionales, en perjuicio de las comunidades y las economías y culturas locales, los ecosistemas y la biodiversidad, han contado con el apoyo y la subordinación prácticamente absolutos de la clase política, a través de los poderes ejecutivo y legislativo, y sin posibilidad alguna de una real participación popular.
Es el caso del "remozado" laguista de la constitución política, la ley ambiental y sus reglamentos, las normas de calidad y emisión, los planes de descontaminación, la privatización de las empresas sanitarias, la concentración de la propiedad de la tierra y los derechos de agua, las modificaciones a las leyes de pesca y acuicultura, los incentivos a la agroindustria, los monocultivos y la privatización de las semillas, las políticas y planes de uso de suelo y transporte urbano, la aprobación ambiental de cientos de megaproyectos insustentables en el territorio nacional.
No decimos que cada una de estas leyes o medidas tendría que haber resultado de una participación directa y vinculante de la ciudadanía, pero el que esta forma de participación no exista ni se promueva ha favorecido el relajo y opacidad de la clase política y el creciente distanciamiento entre sus decisiones y las aspiraciones sociales. Quizás la mayor expresión de esta brecha es la criminalización de las organizaciones y movilizaciones sociales y, de forma extrema, la oprobiosa y cruel ocupación y militarización del territorio mapuche.
Aunque respetable, de poco ha servido el lobby de algunas ONGs profesionales para incidir en procesos normativos o legislativos, el que de ninguna manera podría confundirse con participación social y no pocas veces ha ido en beneficio de intereses particulares, incluyendo el propio.
La aberrante aprobación de megaproyectos como el complejo hidroeléctrico Hidroaysén, la central térmica Castilla y la explotación de carbón en isla Riesco, en el contexto de un sistema energético completamente dominado en todas sus etapas por intereses de grandes corporaciones, ha evidenciado una vez más la urgencia de reformas estructurales en el sistema político-institucional en sectores de importancia estratégica como la energía. Sabemos que estas reformas no serán emprendidas por el gobierno o el parlamento, aunque sean fundamentales para la sustentabilidad, la equidad y la calidad de vida de la población.
Recientemente, mientras el gobierno de Piñera firmaba acuerdos con Francia y Estados Unidos para el desarrollo de la energía nuclear y completaba la enajenación de las empresas sanitarias iniciada por la Concertación, en Italia, mediante una votación, la población frenaba los planes de Berlusconi de privatización del agua potable y uso de la energía atómica.
La opción legítima y más efectiva para asegurar la soberanía popular es el plebiscito nacional, vinculante y con iniciativa ciudadana, que permitiría a la ciudadanía debatir ampliamente y decidir sobre los temas de mayor trascendencia nacional.
Por esto es que, junto a los estudiantes y otros sectores sociales, estamos levantando la exigencia de un plebiscito ciudadano, como instrumento de soberanía popular y -no de reemplazo, sino- de legitimación del propio sistema político.

Colectivo VientoSur
http://www.ecosistemas.cl/web/noticias/opinion/1446-la-urgencia-ambiental-del-plebiscito-ciudadano.html

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El jurista hizo estas declaraciones en el marco de la “Semana Social 2011” 
ABOGADO HÉCTOR SALAZAR: “HOY EN DÍA ESTAMOS ANTE UN ESTADO QUE SE ESTÁ AGOTANDO Y QUE LA GENTE PERCIBE QUE NO LE DA RESPUESTA A SUS PROBLEMAS” 
Más de sesenta personas llegaron hasta el salón al lado de la Catedral de Coyhaique, para presenciar la primera ponencia del ciclo de charlas de la “Semana Social 2011”, que se inició este sábado 27 de agosto con la presencia del destacado abogado de Derechos Humanos Héctor Salazar. 
“Estado y Sociedad” fue el tema que se puso sobre la mesa para su análisis, reflexión y discusión, en una jornada intensa y muy participativa, que contó con la mirada experta del jurista y académico de la Universidad Católica de Temuco sobre la materia, y el comentario de la joven estudiante y vocera de la Federación de Estudiantes Independiente Marcela Figueroa. 
Una de las principales conclusiones a las que se llegó durante el encuentro fue que el Estado actual no responde a las aspiraciones que la ciudadanía en su conjunto posee, ya que la Constitución vigente en el país es herencia de la dictadura militar y no se condice con el sistema democrático imperante en Chile desde hace más de veinte años. 
En este sentido, el abogado Héctor Salazar precisó que a través de esta conferencia ha podido constatar que el ciudadano común y corriente posee una opinión similar en torno a que es urgente un cambio a nivel de Estado, subrayando que es tarea de todo el país ser parte de la construcción de esta nueva definición, de manera responsable y organizada. 
Una de las asistentes a la “Semana Social 2011”, Ana María Alquinta, se mostró agradecida de tener una instancia de reflexión de esta naturaleza, precisando que tras la charla le queda la sensación de que la mayoría de los presentes coinciden en que es necesario un Estado distinto al que se tiene actualmente. Asimismo retomó la idea planteada por el abogado Salazar referente a que Chile necesita una nueva Constitución Política, en la que se debe comenzar a trabajar seriamente. 
Similar opinión es la de la joven estudiante Fernanda Aguilar, quién junto con recalcar que por estos días Chile está viviendo “un momento histórico”, enfatizó que son los jóvenes los llamados a hacer estos profundos cambios a nivel país. De ahí su preocupación por la escasa participación juvenil en el encuentro, ya que precisó que instancias como estas son necesarias “para informarse y tener una opinión” sobre temas tan decisivos. 

El ciclo de charlas continúa este lunes 29 de agosto a las 19.30 horas con el tema “El Estado y el conflicto Mapuche”, a cargo de la realizadora audiovisual Elena Varela, que presentará su documental “Newen Mapuche”, como antesala del análisis y discusión de la temática. 
Cierra la “Semana Social 2011” el obispo de Aysén Luis Infanti de la Mora con “El Estado y los bienes naturales”, siempre a las 19.30 horas en el salón al lado de la Catedral de Coyhaique. 


Nicole Andrea Rivera Contreras
Periodista

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