SUEÑO CON SERPIENTES


Por: Lucas Chiappe
"Proyecto Lemu" - Epuyen - Chubut


"Perdimos el contacto con la naturaleza, que pasó deser la proveedora de todos nuestros bienes, a la fuente de recursos para nuestros caprichos más delirantes" (David Nicholson)
"Si nuestros modelos económicos evaluaran los costos reales, incluyendo la destrucción de la naturaleza y sus efectos, cambiaría radicalmente nuestra idea de lo que es rentable" (Sylvain Timsit)

Recuerdo muy bien mis primeros años de residencia en la Comarca, cuando más allá del deslumbre que me provocó este pequeño rincón paradisíaco de la cordillera, comencé a darme cuenta que no todo era paisajes bellísimos y gente amable, hospitalaria y trabajadora...

Habían trascurrido sólo tres años desde que decidimos con mi compañera de toda la vida radicarnos en el Valle de Epuyen, cuando en la extensa ladera enfrente de nuestra chacra (en el paraje llamado Cerro Coihue), un empresario "pesado" con muchos negocios en el Cerro Catedral de Bariloche, Don Vicente Robles, consiguió la concesión forestal de 900 Has fiscales, en un lugar habitado en varios sectores por antiguos pobladores, quienes fueron desalojados de sus tierras sin ningún tipo de consideraciones utilizando aquel viejo truco de las "inspecciones sanitarias" a través de las que declararon "enferma" a toda la hacienda de esas familias y utilizando el método denominado en aquel entonces "rifle sanitario" la ejecutaron a los tiros ante la mirada atónita de sus dueños...

Una vez más había llegado el tan mentado "progreso" a la zona, disfrazado en esa ocasión de otra empresa de afuera que en 1977 comenzó a destruir a "tala rasa" centenares de Has. de añosos Cipreses, Coihues, Maitenes y Radales, que eran luego trasportados a un precario aserradero, por un grupo de paisanos que arriesgaban sus vidas y sus bueyes, por un salario miserable y sin ningún tipo de cobertura social.

Mi indignación al escuchar día trás días el atronador sonido de las motosierras y al ver delante de mis ojos el cambio que ocurría rápidamente, y que trasformó un bosque lozano en tierra arrasada por el desmonte, la canchada de los rollizos y el fuego... me provocó tanta angustia, que por primera vez sentí la necesidad de abandonar mi pasividad ante semejante ecocidio ambiental y social... Y en una serie de sucesivos actos clandestinos (con cierto riesgo para la época en la que vivíamos), comencé a pintar unos rústico carteles que colocaba en horas de la noche a los costados de la ruta 258, por aquel entonces escasamente transitada: "Con tantos desaparecidos en las espaldas... nadie menciona la desaparición de estos bosques nativos" - "3 meses de locura para destruir lo que a la naturaleza le llevó 3 siglos construir.." - "Destruir un bosque es destruir nuestra casa"

Carteles que eran incautados sistemáticamente a la mañana siguiente por los capataces del obrajero, quienes con las pruebas del supuesto "delito" en las manos, iban a denunciar el hecho al Destacamento de Bosques, desatando una serie de pesquizas para dar con los culpables de semejante atrevimiento... e invariablemente el dedo apuntaba en dirección de esos Hippies pelilargos que habían llegado a la zona a partir del año 1975...

Así, casi sin quererlo e impulsado por la necesidad de rebelarme ante semejantes injusticias, tanto contra los antiguos pobladores, como contra los bosques templados más australes del mundo, comencé a asumir un compromiso que absorbería los siguientes 35 años de mi vida y que me llevaría invariablemente a defender a los que no tienen voz, incluyendo a veces a la personas acalladas por la soberbia de los más poderosos... Denunciando un sinnúmero de desastres ambientales que ocurrían bajo la mirada indiferente y cómplice de las Direcciones de Bosques en toda la Patagonia y una explotación laboral aberrante por parte de los empresarios madereros que durante todo el siglo pasado fueron los dueños y señores de esta riqueza natural, que fue abusada y sobreexplotada hasta límites insostenibles por su regeneración espontánea... 

Una pérdida enorme que sólo produjo un pingüe rédito económico a unos pocos, empobreciendo el entorno y desculturalizando a una sociedad basada en el trabajo rural, la cría de ganado y la autosuficiencia alimenticia, hasta trasformarla en una sociedad de empleados dependientes y escalvizados por una de las industrias más nocivas para esta biorregión de cerros y bosques frondosos... De hecho así desaparecieron el 95 % de los Cipreses que hasta fines del siglo 19 tapizaban la cordillera desde el Norte de Neuquén hasta el Sur de la localidad de Corcovado, dejando a sus espaldas centenares de miles de Hectáreas devastadas por las hachas, el fuego y más tarde las motosierras.

Esa fue la razón principal por la que, durante más de dos décadas sentí que "mis peores enemigos" eran quienes destruían de una manera absolutamente irracional toda esa variada pero frágil biodiversidad...

Sin embargo poco a poco, año tras año, con mucha paciencia, recabando mucha información confiable y con la mayor coherencia posible... la razón de mi cruzada y la de otro puñado de valientes "eco-legas", por conservar esos fantásticos bienes naturales, fue cosechando un apoyo cada vez más fuerte por parte de la población. Y, cosa impensada en los '80, también por parte de un grupito de expertos forestales, que a la luz de los lamentables números que arrojaban los inventarios silvícolas y de la masiva expansión de una conciencia ambiental planetaria, fueron abriendo los ojos ante los imperdonables errores cometidos por un estado permisivo y ausente... y fueron comprendiendo el rol fundamental que cumple la conservación, incluso para mantener la calidad de vida del resto de los habitantes de la cordillerana.

A mediados de la década del '90 y luego de haber contribuido para que se prohiban las talas rasas, se permitan las reforestaciones con árboles nativos, se paralicen los desmontes de miles de Lengas en el Rincón del Aceite, se prohiba la reforestación con pinos en donde había bosques nativos, se amplien las areas protegidas en la Comarca, se detenga la tala de 4.000 Has de Ñirantales en El Foyel, se anule el convenio para la creación del primer sumidero de carbono en el Lago La Plata, se modifique el uso de la Reserva Forestal Epuyen hasta trasformarla en un Area de conservación y recreación... sinceramente pensé que "lo peor de mi vida" dedicada al activismo ambiental ya había pasado... y que, a partir de la llegada del nuevo siglo y de la necesidad de resguardar estos lugares ante la crisis ambiental y social imperante en todo el mundo... habíamos comenzado a ganar la guerra entablada por unos voraces mercachifles, contra estos ecosistemas boscosos... 

Desgraciadamente ese fue el momento en que comenzó a sonar en mi cabeza aquel viejo tema de la Trova cubana: "Sueño con Serpientes"... que en su letra decía  algo así como "... -cada vez que la mato... aparece otra mayor"... 

Y como por arte de magia negra, mis viejos enemigos del "club de los corta palos" se transformaron al cabo de una década en unos "nenes de pecho" ,que palidecían ante la falta de escrúpulos de los nuevos enemigos de estas tierras y de estos bosques, quienes arrastrándose sigilosamente por los pasillos de los despachos gubernamentales hicieron su lamentable debut en la Comarca: Aparecieron "los inmobiliarios"... "los especuladores".. "los brokers"... "los inversionistas"... "los magnates"... "los asesores legales e ilegales"... toda una casta nueva de ventajistas y fondos buitres, que parecen haber descubierto que la desvalorizada comarca de los jipuches, a través de un plan certero y despiadado para desalojar o comprarles sus tierras a quienes la habitan, podría trasformarse en un fabuloso negocio para sus bolsillos...

Y por supuesto montados arriba de esta nueva oportunidad de hacer dinero en poco tiempo y a costa de nuestros bienes comunes, asomaron de inmediato sus socios indispensables: "La corporación política", siempre lista para avalar cualquier transacción por un mínimo diezmo, una mordida o una palmadita en la espalda que les anuncie su anhelado ingreso al mundo de las banelco, los casinos y los countries...

Todo una serie de personajes inescrupulosos y con una visión a muy corto plazo, a quienes poco le importa rematar por un precio ridículo un predio fiscal que tenía un objetivos social pautado de antemano, para convertirlo en una cancha de golf... o derogar una reserva forestal para ampliar un ejido urbano que ya superó con creces la capacidad de carga del valle... o emprender un faraónico mega-proyecto de urbanización en las frágiles nacientes de los ríos y mallines que proveen de agua a una vasta región... o instalar una antena de telefónia peligrosísima e ilegal a pocos metros de una vivienda... o votar una excepcíon en la Ordenanza de ordenamiento territorial para favorecer el loteo de un predio perteneciente a un familiar directo del Intendente de turno... o hacer aprobar una Ley que otorga la titularidad de miles de hectáreas de tierra y bosques fiscales a quien preside momentáneamente la Legislatura... y podría llenar varias páginas más con ejemplos cercanos en el tiempo.

Proyectos pergreñados en despachos absolutamente alejados de la realidad que se vive en la cordillera y que están dispuestos a imponerlos "con el engaño o por la fuerza" como ya hemos comprobado en el pasado... Sin respetar la cultura, la historia y la geografía del lugar, ni utilizar el principio de precaución básico ante los posibles impactos del emprendimiento, mucho menos evaluar con rigurosidad la resilencia de cada sitio. Gente dispuesta a vender a su madre por unos dólares y a comprar grandes extensiones de campo por chirolas aprovechando la muerte dudosa de sus antiguos titulares... Personas sin escrúpulos y sin ética dispuestos a avasallar los derechos humanos y los derechos de los pueblos originarios... aves de rapiña que sólo ven ventajas en donde los demás vemos belleza... individuos que no saben ni les interesa discernir entre precio y valor...

Sin embargo, y muy a pesar de este panorama desalentador, muchos sentimos que no hay que bajar los brazos ya que no todo está perdido vecinos...  y eso se nota al ver que son cada vez más rápidas y espontáneas las reacciones de los antiguos ocupantes de estas tierras y de quienes no vinimos a especular o a negociar en la Comarca, sino a plantar nuestras raíces en este lugar y a forjar un futuro sano para nuestros descendientes... 

Personas que estamos dispuestas a debatir, discutir y denunciar este avasallamiento, aun a costa de tener que invertir tiempo y dinero para que se nos escuche; abiertos a plantear nuestras disidencias a pesar de la censura oficial ejercida por los medios de des-información masiva; dispuestos a dar batalla, en los ámbitos de la justicia por más endeble y permeable que esta sea... Utiizando cada espacio y cada brecha que se presente en el muro de la estupidez humana, que como todos sabemos aunque no queramos admitirlo, nos tiene al borde del suicidio como especie, debido a nuestras malas prácticas ambientales y culturales... pero sobretodo, combatiendo con argumentos sólidos los pésimos diseños económicos vigentes, que nadie puede ignorar: son totalmente inviables a largo plazo en un mundo "finito"...  

Avanzando un paso y retrocediendo medio, tomando envión y volviendo a tropezarnos con las mismas chicanas burocráticas, legales o políticas una y otra vez, haciendo todo lo posible para que un pequeño grupo de especuladores no sustituya un sueño Comarcal con un futuro prometedor, por una pesadilla irreversible... 

Pero para que esto ocurra, también se necesita el compromiso y el apoyo de toda esa población de gente silenciosa que está de acuerdo con el planteo... pero... siguiendo con las costumbres impuestas por décadas de gobiernos militares, prefiere quedarse en su casa mirándolo por TV o leyéndolo los resúmenes en internet: No me canso de repetirlo: “El peligro más grande que nos amenaza es la pasividad, la comodidad, la falta de acciones concreta... el compromiso”

Arriba gente que el futuro se construye con el esfuerzo que le pongamos al presente. Debemos"recuperar el control" sobre las decisiones que nos afectan ya que de no ser así, iremos perdiendo el control sobre nuestras vidas... Tengan presente que no hay nada peor que no hacer nada por imaginarse que lo poco que uno puede hacer no alcanza... el pasado está lleno de situaciones que se revirtieron de manera favorable, poniéndole suficiente empeño, presión y constancia...

Sabemos lo que tenemos que hacer y lo primero que hay que hacer es articular una red de acción efectiva y respaldada por quienes queremos seguir viviendo aquí de una manera digna. Sabemos que nunca vamos a tener tanto dinero o poder como el lobby inmobiliario y sus patéticos aliados, así que necesitamos una moneda diferente para ser efectivos, necesitamos organización, necesitamos mucha creatividad, y necesitamos sumar muchísima energía... El riesgo de no lograrlo significa abandonar la tierra y los bosques a merced de una banda de comerciantes ciegos y sordos cuyo único objetivo es llenarse los bolsillos, nunca la calidad de vida que le dejaremos a nuestros nietos... 

 "Lo que más preocupa no es ni el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin carácter, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos."  (Martin Luther King)
De entrada te ignoran... luego se rien de vos... por último te pelean... y al final ganás (Mahatma Gandhi)


   

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