Noruega pierde la paciencia y recorta fondos para la protección de la Amazonia

“El ministro noruego del Clima y Medio Ambiente, Vidar Helgesen, envió una carta al ministro Sarney hijo, expresando su profunda preocupación, por las crecientes tasas de deforestación de Brasil y recordando al Ministerio de Medio Ambiente, las normas del Fondo Amazónico de Noruega. Días después el presidente noruego le dijo algo similar a Temer durante su visita a Oslo.

Duras críticas noruegas 
En primer lugar, Helgensen recuerda que fue el gobierno de Brasil quien dictó unilateralmente estas reglas cuando se estableció el mencionado fondo. Luego explicó que “el futuro de nuestra asociación se basa en los resultados”. “Dadas las tendencias actuales de deforestación, las contribuciones basadas en los resultados que podría recibir Brasil del Fondo Amazonia... ya han disminuido significativamente. Incluso un aumento, aunque sea modesto en la deforestación de la Amazonia, haría que las ayudas se redujeran a cero”, dijo Helgensen. “Sabemos que un conjunto de medidas políticas que han causado fuertes reacciones públicas en Brasil, está llegando al Congreso”, agregó. “Paralelamente, se están reduciendo los presupuestos de las instituciones clave, que prestan servicios vitales para la protección de los bosques y su mandato de operar eficazmente está bajo presión", refiriéndose a los drásticos recortes a la FUNAI y al IBAMA, la agencia brasileña de protección ambiental. “Como aliados de larga data, permítanme observar, que muchas de las dicotomías de los actuales debates en Brasil, vistos desde el exterior, parecen falsos. La alternativa a estas dicotomías es una visión más sostenible del desarrollo rural en Brasil”, concluyó. ¿Una alianza duradera? Noruega es el mayor financiador del Fondo Amazónico, donando 1.000 millones de dólares a Brasil desde su creación en 2008, para disminuir la deforestación. 
Los recursos son administrados por BNDES, un gigantesco banco nacional de desarrollo de Brasil y ahora están preocupados ante los esfuerzos contradictorios de Brasil en protección forestal. 7.989 kilómetros cuadrados de selva amazónica brasileña fueron destruidos entre agosto de 2015 y julio de 2016, lo que significa un aumento de 29% con respecto al año anterior. Bajo los actuales puntos de referencia, un aumento de la deforestación anual de la Amazonía brasileña de 8.500 kilómetros cuadrados o más, daría como resultado el fin de las donaciones del Fondo Amazónico de Noruega. Sarney hijo defendió a Brasil, diciéndole a Helgesen que los datos preliminares sugieren que el aumento del 29% en la tasa de deforestación indicada, podría haberse estabilizado desde entonces y agregó que “esperamos que los nuevos datos revelen una tendencia a la baja”. 
La primera ministra Erna Solberg se reunió con el presidente Temer en Oslo hace un par de semanas. Después de la reunión, en una conferencia de prensa, expresó su profunda preocupación por el aumento de la deforestación en la Amazonia, así como por la investigación sobre la corrupción, que recientemente salpicó al presidente Temer. Solberg confirmó la reducción en su contribución al Fondo Amazónico para 2017, un recorte del 50%. El acuerdo de cooperación ambiental entre Noruega y Brasil es válido hasta el año 2020 pero si el país no alcanza los objetivos y continúan aumentando las tasas de deforestación, seguirán reduciéndose las transferencias de fondos o cesarán por completo los pagos.

Fuente: Eco América

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