Arde California: Ya hay más de 200 mil evacuados

El sur de California está en llamas. Los incendios forestales azotan el norte de Los Ángeles, destruyendo comunidades enteras a un corto trayecto en auto del centro de Los Ángeles. Consumiendo todo a su paso, los incendios solo se extinguen cuando alcanzan las costas del Océano Pacífico. Los viajeros acostumbrados a los atascos masivos en la autopista 101 ahora se ven obligados a tener un guante de llamas.
Los científicos del clima advierten que las lluvias que podrían calmar el infierno están al menos a 6 semanas de distancia, y es posible que nunca regresen. Daniel Swain, un científico del clima de la Universidad de California en Los Ángeles, le dice a The Verge: “En esta época del año, por lo general, ha llovido un poco que ha empañado las cosas. Es tan seco como en los meses de verano “. Su último Tweet lo dice todo.
El clima seco es atribuible a las burbujas de aire caliente de alta presión en la corriente en chorro sobre la costa oeste de los Estados Unidos. Conducen a lo que se conoce como una “cresta atmosférica” que impide que las tormentas cargadas de humedad lleguen al área. Ellos fueron los responsables de la épica sequía de California de cinco años de duración que terminó recientemente en el norte de California, pero aún persiste en la parte sur del estado. Ahora se está formando una nueva cresta atmosférica sobre la costa oeste y Swaim dice que es imposible predecir cuánto durará. “Estábamos secos antes y ahora las perspectivas de lluvia parecen aún menos probables debido al tamaño de esta cosa”, dice Sweet.
Los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore dirigido por Ivana Cvijanovic están estudiando cómo el derretimiento del hielo en el océano Ártico puede afectar los patrones climáticos en los EE. UU. La noticia no es buena. Dicen que a medida que el Ártico se calienta, comienza una reacción en cadena que conduce a crestas atmosféricas más frecuentes a lo largo de la costa oeste. Eso significa menos lluvia y temporadas de fuego más largas. Los hallazgos fueron publicados esta semana en la revista Nature Communications.
Cvijanovic se apresura a señalar que pueden entrar en juego otros factores que alteran las conclusiones de la investigación, entre ellos los cambios en la contaminación del aire y los gases de efecto invernadero, o la actividad volcánica en las próximas décadas. Incluso hay un estudio que sugiere que California puede volverse más húmeda.
“La temporada de incendios en el sur de California se detiene cuando recibe suficiente lluvia como para que todo se moje y se ponga verde y regordete”, dice Bill Stewart, un especialista en silvicultura de la Universidad de Berkeley. “Eso es lo único que va a cambiar el sistema”. La posibilidad de que eso suceda en el corto plazo es prácticamente inexistente.
Los reaccionarios afirmarán instantáneamente que todos los científicos son simplemente tontos que se engrandecen a sí mismos y que arrojan hallazgos ridículos para impulsar sus propios egos y mantener el flujo de becas de investigación. Los incendios son tan normales como la luna llena o las mareas. Nada que ver con la actividad humana. No hay nada que ver aquí, retírense. Si mirar a comunidades enteras estallando en llamas, desviará la atención de cualquiera de los recortes de impuestos para los ricos, parece poco probable.
Pero para el resto de nosotros que no están en la nómina de empleados de Koch Brothers, las palabras de Elie Wiesel parecen apropiadas: “Puede haber ocasiones en que seamos impotentes para evitar la injusticia, pero nunca debe haber un momento en que no podamos protestar”. Destruir la tierra para preservar las fortunas individuales parece más una empresa delictiva, que un sistema económico viable.

Fuente: ecoportal.net

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