Los parques naturales de EEUU peligran por las explotaciones marinas de petróleo

Un grupo de organizaciones medioambientales advirtió hoy de que las perforaciones marítimas para la explotación de petróleo ponen en riesgo los parques naturales de las zonas costeras de Estados Unidos.
 
El informe, elaborado por la Asociación de Conservación de Parques Nacionales (NPCA) y el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, revela que al menos 68 parques de 18 estados sufren las consecuencias negativas de esta actividad, tras la últimas medidas del Gobierno del presidente Donald Trump.
Una situación que califican como “crítica”, debido al impacto económico y turístico que los Parques Nacionales tienen en estas áreas de estudio con 84 millones de visitantes en 2017.
Los 18 estados afectados son: Alaska, California, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Maine, Maryland, Massachusetts, Nueva Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Oregón, Rhode Island, Virginia y Washington.
Amenazadas por acciones políticas
A pesar de que tradicionalmente a estos parques se les otorgaban las mayores protecciones legales en materia de conservación para las tierras públicas, por primera vez en décadas se ven amenazadas por las acciones políticas.
“Está claro que no se pueden proteger completamente los parques si comienzan las actividades industriales”, explicó el vicepresidente senior de la NPCA, Mark Wenzler, que además mostró su preocupación por “la agenda del Gobierno basada en disminuir los estándares de seguridad de la industria del gas y el petróleo”.
Accidentes que repercuten en el medio ambiente
Los expertos explicaron que, en ocasiones, se producen accidentes en algunas de estas plantas extractoras que vierten residuos nocivos para el medio ambiente y cuyas consecuencias se mantienen durante años.
Por ejemplo, en 2015 una tubería rota en Santa Bárbara (California) arrojó 378.500 litros de petróleo por un desagüe hacia el océano Pacífico y aún hoy continúan las labores de limpieza en la zona.
Las organizaciones naturalistas sostienen que la propuesta de la Administración Trump de expandir la perforación marina afecta directamente a las aguas y la vida silvestre, y perjudica al tiempo sectores como el turismo o la pesca, que también son “muy importantes” para las comunidades.
Impacto económico
La actividad de los Parques Nacionales costeros es de 5.700 millones de dólares. EFE/JOHN G. MABANGLO

Según el informe, el impacto económico de las industrias derivadas de la actividad en los Parques Nacionales costeros es de 5.700 millones de dólares y 59.517 puestos de trabajos directos.
Uno de los autores del texto, el director del programa de conservación de la NPCA, Nicholas Lund, señala además su impacto en el producto interior bruto del país, con una aportación de 90.000 millones de dólares en 2015.
Autorización para más perforaciones
En enero de este año, el secretario de Interior, Ryan Zinke, anunció una medida para ampliar el territorio sobre el que se pueden realizar prospecciones con el objeto de encontrar nuevos yacimientos de petróleo o gas, que abarca la mayor parte de la costa del país.
El plan propuesto por Zinke abarcaba en un principio todas las costas posibles para perforación, desde las áreas del Atlántico y el Pacífico, pasando por Alaska y Florida, aunque más tarde eliminaron esta zona del decreto emitido.
“Este es otro ejemplo de que esta Administración prioriza las ganancias de la industria privada sobre las necesidades de los estadounidenses; hemos visto una fuerte oposición bipartidista a esta propuesta tremendamente impopular e instamos al secretario Zinke a repensar las medidas“, concluyó Lund.
Los activistas medioambientales urgieron al Gobierno a emplear el “sentido común” para garantizar que los Parques Nacionales costeros permanezcan protegidos para “las generaciones futuras”.

Fuente: EFEverde

Entradas populares de este blog

Científicos declaran oficialmente el fluoruro (flúor) como una neurotoxina

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Japón decidió deshacerse de todos los hornos de microondas en el país antes de finales de este año