Alimentando los dragones de la desidia* forestal

Por Lucas Chiappe

Pasan las décadas desfilan los gobiernos  aumentan los negociados, se repiten los incendios forestales con un frecuencia inaudita y cada vez más destructiva… mientras la invasión de pinos avanza por la cordillera y por la meseta a un ritmo espeluznante…
Una verdadera plaga de ribetes bíblicos que ocurre delante de los ojos de los turistas que tan sólo ven árboles sin saber distinguir un bosque de una plantación comercial, pero también delante de los ojos de los pobladores nuevos y viejos, cuya gran mayoría mira de costado y deja que de ese problema se ocupen las Direcciones de Bosque, las Universidades de ingeniería forestal y los centros de estudios anexos como el Ciefap…  Instituciones todas ellas impregnadas de visiones caducas, mercantilistas y cortoplacistas, que no dejan ni un resquicio para la necesaria autocrítica que les permitiría adecuarse a los tiempos que vivimos en cambio que seguir empujándonos hacia un futuro cada vez más sombrío y a vivenciar la rápida desaparición de la biodiversidad que durante milenios cubrió este maravilloso rincón del Planeta con un manto de protección adecuado a las condiciones geográficas y ambientales que dieron origen a estos riquísimos pero frágiles ecosistemas…

En cada foro, charla o debate a los que asisto desde hace 4 décadas, siento que mis tripas se retuercen de rabia ante tanta estupidez humana y me enojo, despotrico, cosecho sorna y choco contra esa pared de cemento que blinda el rancio conservadurismo de los que no quieren ver, ni oír, mucho menos observar detenidamente, ni estudiar a fondo, las consecuencias de este fenómeno introducido por un régimen nefasto de profesores teóricos y gobernantes de una ignorancia infinita, azuzados constantemente por  empresarios prendidos a la teta del Estado… Un club de delincuentes de guantes blancos y salames útiles, decididos a no dejarse torcer el brazo por los resultados que están al alcance de cualquiera que analice lo que está pasando en todo el Hemisferio Sur a partir de la "introducción" de especies foráneas de rápido crecimiento, con el fin de alimentar una de las industrias más contaminantes del mundo: las pasteras. Faraónicos conglomerados industriales que van instalándose en latinoamérica al ritmo de las cosecha de esos árboles implantados hace más de tres décadas, con anuncios rimbombantes por parte de las corporaciones papeleras foráneas, y aplaudidas con fervor religioso por los tristes personajes que supuestamente deberían velar por el bien común de los países que reciben semejante invasión y los condenan a soportar una carga letal de ríos envenenados y tierra yerma a cambio de pocas chirolas, un puñado de empleos y una serie de promesas que no se van a concretar jamás…

Ayer no más, discutiendo con varios Ingenieros forestales, los volví a invitar a instalarse a vivir en la antes paradisíaca localidad de "Puerto Patriada" (un paraje situado en la costa Norte del Lago Epuyen que recibió ese nombre impregnado de reminiscencias milicoides por parte de un maderero que festejó con fervor patriótico la concesión que les permitió abalanzarse sobre uno de los bosques más sanos, más prósperos y más longevos de la Cuenca, aplicando el nefasto método silvícola sugerido por la Dirección de Bosques: la malfamada "tala rasa" (con esa denominación supongo que no hacen falta ulteriores comentarios), hasta aniquilar concienzudamente toda la flora y fauna nativa original, y luego reemplazar ese vergel de biodiversidad, por centenares de hectáreas de Pino insigne plantados a una ridícula distancia de 2 mts x 2 mts (“...-Como pa’ que rinda” dijo el paisano)…

Una historia que luego de ese principio trágico, lejos de mejorar como pretendían y siguen sosteniendo los copetudos ingenieritos defensores de los monocultivos, con muchas horas de estudio de mercado y pocos conocimientos ambientales, derivó como era de imaginarse (dada la extrema inflamabilidad y la estrategia de dispersión propia de estas especies de árboles), en una larga sucesión de incendios forestales, que, luego de aniquilar la mayoría de esas plantaciones, dió vida a una regeneración tan invasiva, densa y tupida, que no hubo forma ni manera de controlar… que, en consecuencia, siguieron alimentando otros incendios forestales, cada vez más pavorosos, que provocaron nuevas regeneraciones que ya son absolutamente imposibles de erradicar… en una espiral de desmadres previsibles por cualquier investigador que, sin necesidad de titulo o diploma, sólo hubiera consultado los manuales de comportamiento de la mayoría de las especies vegetales o animales cuando se los implanta en un lugar en donde las condiciones del hábitat son tan diferentes de su lugar de origen.

Argentina, año verde...

En consecuencia, y haciéndome cargo como de costumbre de la lluvia de críticas despiadadas que van a surgir luego de este breve análisis… desafío a los “Expertos silvícolas de la Universidad de Esquel y luminarias del Ciefap y de la SSByP del Chubut” a que vayan a admirar de cerca el fenómeno de destrucción sistemática que vuestros "maestros y tutores" provocaron en cualquier lugar de la Comarca que haya sufrido esa horrible disyunción, provocada por el remplazo del bosque nativo preexistente y su remplazo por sus ídolos norteños "los pinos", luego de un incendio forestal… y finalmente junten el coraje de hacer una profunda autocrítica en todos los medios patagónicos:

"Estimados pobladores de la Patagonia, luego de haber constatado fehacientemente el desastre forestal provocado por las pésimas políticas forestales aplicadas desde que el ejército de Roca aniquiló las culturas originarias que habitaban estos suelo, declaramos que:
Nos arrepentimos sinceramente, junto con la mayoría de nuestros colegas, por haber sido tan necios y pedimos perdón a toda la comunidad a la que hemos convencido durante décadas para que talen los frondosos bosques originarios y los remplacen por las 5 especies de pinos exóticos a los que luego los obligamos a plantar... y juramos que de ahora en más dejaremos de promocionar semejante barbaridad ecológica y social. Comprometiéndonos a la vez con intentar reparar el enorme daño causado en toda la cordillera patagónica, implementando un programa de erradicación masiva en cada localidad adonde hubiéramos promocionado esta mala praxis silvícola y haciendo todo lo posible para volver a reforestar esas áreas invadidas y destruidas por culpa nuestra y de quienes gobernaron estas tierras, maldeciendo a la vez a las corporaciones papeleras que nos embaucaron durante los último 50 años, haciéndonos creer que esa directiva iba a ser una gran ayuda para el "desarrollo" social y económico de nuestra biorregión…

Y luego por supuesto le tocaría el turno a los políticos y a los dis-funcionarios públicos quienes deberían realizar otro Mea Culpa parecido por la enorme estafa financiera y degradación ambiental que auspiciaron en el pasado... anunciando un drástico cambio de enfoque y aplicando finalmente una necesaria visión a largo plazo:

"Habiendo tomado cabal conocimiento de la situación provocada por una serie de medidas políticas forestales absolutamente erróneas, de ahora en más suspenderemos todo tipo de subvención a las forestaciones con especies de rápido crecimiento, desviando esa ingente cantidad de dinero público, hacia las áreas que se ocupan de combatir el flagelo de los incendios forestales, prometiendo engordar el presupuesto dedicado anualmente a la restauración y conservación de las Reservas Forestales y el resto de los bosques fiscales de la Provincia... simultáneamente nos comprometemos a duplicar en la próxima década la Red de Areas Naturales Protegidas patagónicas…

Y ya que estamos soñando con los ojos abiertos y de paso juntando enemigos, pienso que sería maravilloso que a continuación también desfilaran por la misma senda los ganaderos quienes incitados por las mísmas políticas de conquista y angurria económica nacional, lograron a través de un sobrepastoreo demencial desertificar el 70% de la meseta patagonica en menos de un siglo.

Para cerrar sugiero que todas las organizaciones no gubernamentales y Asambleas de vecinos autoconvocados de la Patagonia y pobladores de la Comarca también vayan a pasar unos días en las maravillosas costas de Pto Patriada y entre mate y mate comiencen a prestar más atención y a dimensionar esta situación ambiental y social que algunos venimos denunciando desde hace 4 décadas, para que un día podamos juntarnos en una de esas coloridas marchas en las que escasas veces se menciona la magnitud de este grave problema, que amenaza con seguir creciendo a medida que esos desiertos verdes comiencen a llegar a su madurez... hasta que algún empresario sugiera que llegó la hora de instalar la primer pastera en la Patagonia… y entonces, como les pasó a los uruguayos y a los chilenos, ya va a ser demasiado tarde para detenerlos...


Nota: * Desidia es un término que procede de un vocablo latino que hace referencia a la negligencia o la inercia. La desidia, por lo tanto, está asociada a la falta de cuidado y a la apatía que caracterizan a la clase política y empresarial de este bendito país.

Imagen: Radio UChile - Universidad de Chile

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